Acanthosaura spp. (Dragones cornudos de montaña)

Como todos los integrantes del género tienen unos cuidados muy similares (por no decir idénticos) trataremos en esta ficha al grupo completo.

Clasificación:

  • Reino: Animalia
  • Filo: Chordata
  • Clase: Reptilia
  • Orden: Squamata
  • Familia: Agamidae
  • Género: Acanthosaura

Características del animal:

  • Hábitat y distribución: Son especies propias del sudeste asiático (Tailandia, Birmania, Malasia, Malasia, Laos, Camboya, Vietnam, Indonesia, Laos y China). Suelen habitar en zonas boscosas de clima fresco y húmedo a grandes altitudes sobre el nivel del mar (aunque algunas especies se encuentran a niveles muchos más bajos). Son de hábitos diurnos
  • Descripción breve: En algunos círculos de la afición los denominan DCM (o MHD del inglés Mountain Horned Dragon). Son agámidos de tamaño mediano-pequeño ligeramente comprimidos verticalmente. Poseen una hilera dorsal de espinas que en ocasiones pueden estar divididas en cresta nucal y dorsal, además de una bolsa gular (la cuál está presente tanto en el macho como en la hembra). Una característica notable son las espinas occipitales que suelen presentar a modo de cuernos (también suelen presentar espinas un poco más abajo, en el llamado occipucio). La coloración básica consta de tonos verdes, marrones e incluso rojizos, aunque como veremos más adelante puede variar con la especie.  En relación a esto último, hay que decir que en este género podemos encontrar 11 especies: A.capra (Camboya, Laos y Vietnam), A.armata (China, Birmania, Tailandia, Malasia e Indonesia), A.lepidogaster (Camboya, Vietnam, Birmania, Tailandia y China), A.crucigera (Camboya, Vietnam, Birmania, Tailandia y Malasia), A.bintangensis (Malasia), A.brachypoda (Vietnam), A.cardamomensis (Tailandia y Camboya), A.coronata (Vietnam), A.nataliae (Vietnam), A.phuketensis (Tailandia) y A.titiwangsaensis (Malasia).
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Ejemplar de A.coronata, especie críptica y rara. Imagen de: Roy Bateman
  • Dimensiones del animal: De 18 a 40 cm, dependiendo de la especie (se especifica al final del artículo)
  • Longevidad: Entre 5 y 15 años, puede que incluso más
  • Temperamento entre ellos: Son animales solitarios por lo que a menos que tengamos un terrario adecuado no deberíamos tener más de un ejemplar. Los machos son territoriales entre sí, en cambio, el mantenimiento en parejas y harenes son viables.
  • Temperamento frente al ser humano: Son animales bastante dóciles (exceptuando A.crucigera) que se dejan manejar con facilidad, incluso los de captura, aunque no es recomendado pasarse ya que podemos causarles estrés, sobretodo en el caso de estos últimos. Cuando se sienten amenazados tienden a escapar y evitar el contacto (además de oscurecer sus colores). En general son animales inactivos que pueden pasar mucho rato descansando sobre la misma rama (incluso quedando las cuatro patas descolgadas de ella). Los machos suelen ser más dóciles que las hembras.
  • Dimorfismo: Los machos adultos poseen dos bultos en la base de la cola (hemipenes). En las hembras la cola se estrecha mucho más bruscamente desde su nacimiento, pudiendo notarse desde los juveniles, además, suelen ser también de menor tamaño. En algunos casos, a ojos inexpertos puede ser complicado sexar. Otra característica es que los machos suelen poseer colores más vivos, sobretodo rojizos y verdes, aunque varía ampliamente de un ejemplar a otro.
  • Alimentación: Son animales principalmentes insectivoros, se le ofrecerá como base lombrices (muy recomendadas por ser ricas en calcio), grillos, cucarachas, saltamontes, gusanos de seda, etc. Además como golosina ocasional (debido a que tienen mucha grasa) tenebrios y gusanos de la miel. En la naturaleza se ha documentado que pueden comer peces pequeños aunque esto no ha sido comprobado en cautividad. Se les alimentará en días alternos, diariamente en el caso de juveniles y hembras en temporada de reproducción. Se les complementará con calcio y multivitamínico dos o tres veces en semana (vitaminas solo una vez a la semana o cada dos semanas) más abundante en juveniles y hembras grávidas. La suplementación de calcio se reducirá sustancialmente si se le da como dieta base lombrices. A pesar de que algunos aficionados le ofrecen alimentos de origen vegetal, no se debe hacer ya que no son capaces de digerirlos correctamente.
  • Dificultad de mantenimiento: Intermedio
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A.cardamomensis merendando. Imagen de: tontantravel

Ambientación:

  • Terrario: Para un A.capra o A.armata se necesitaría un terrario mínimo de 60x45x90 (algunos llegan a recomendar 50x50x80 pero personalmente lo veo bastante justo), siendo lo más óptimo 80x50x120. Para una pareja de estas especies, un recinto de 100x60x120 es lo mínimo. Para el caso de A.lepidogaster o A.crucifera (las especies de menor tamaño) se puede rebajar el mínimo hasta 60x45x60 (A.crucifera incluso 45x45x60 ya que es la especie más pequeña) aunque es mejor a partir de 80 cm de altura. Mientras, para una pareja de alguna de estas dos se usará un terrario de 60x45x90. El recinto debe estar muy bien ventilado. Como sustrato podemos usar fibra de coco o turba con una capa inferior de arlita como drenaje. Encima podemos poner musgo sphagnum y/u hojarasca para ayudar a mantener la humedad. Es de vital importancia poner varias ramas, lianas y troncos (se pueden poner tanto en horizontal, vertical como en diagonal) donde puedan trepar y descansar ya que son especies eminentemente arborícolas. Hay que tener en cuenta que estas estructuras estén bien fijas y puedan soportar su peso ya que podrían dañar al animal en caso contrario. También es buena idea poner un fondo aprovechable ya que además de darles seguridad les dará más superficie para trepar. No necesitan escondites tipo cueva, sin embargo, es importante añadir plantas como Dracaenas, pothos, Philodendron, pequeñas palmeras, helechos, bromeliáceas, orquídeas, etc ya que les dará cobijo (especialmente indicado para animales estresados como los recién llegados) y ayudarán a mantener el ambiente húmedo. Además de todo esto se colocará un recipiente o piscina con agua en el que puedan meterse en caso de querer refrescarse. Además, se recomienda poner un filtro, cascada o gotero que caiga en este para que puedan identificar el agua. Algunos dicen que esto es un mito pero mejor prevenir que curar.
  • Temperatura: Hay bastante discusión sobre este tema, encontrándose dos corrientes. La primera defiende que hay que mantener estas especies entre 22 y 28ºC durante el día (ya sea en forma de gradiente con un spot de muy baja potencia o bien en el recinto general). Esta se basaría en la suposición de que estas especies viven en bosques muy frondosos donde apenas se asolean y por tanto no necesitan un basking area a mayor temperatura. La segunda corriente dice que se ha de poner un punto de calor entre 29 y 32ºC (menor en A.lepidogaster y A.crucigera) manteniendo también el gradiente antes expuesto, ya que aunque vivan en esos entornos siempre encontrarían zonas para asolearse en ramas altas. Sea cual sea la opción ambos grupos defienden que el recinto completo nunca debe alcanzar 29ºC durante mucho tiempo (lo que quiere decir que siempre tengan una zona más fría). Sin embargo, se han encontrado ejemplares provenientes de cría en cautividad (de A. capra, la especie más resistentes) soportando temperaturas en verano de entre 35 y 40ºC sin grandes trastornos aparentes (que no quiere decir que sea lo más recomendable), cosa impensable en ejemplares provenientes de origen. Por la noche pueden soportar temperaturas de hasta 15ºC, nunca menor. Es más, un descenso de entre 4 y 5 de grados se dice que les beneficia.
  • Humedad: Entre el 60 y el 90%, ocupando los niveles más altos a las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. Se puede conseguir con ayuda de una frondosa vegetación, además de nebulizaciones y/o pulverizaciones (especialmente por la mañana y por la noche). Algunos ejemplares solo beben de las gotas de rocío (sobretodo los provenientes de captura) por lo que estas son vitales. Son animales que tienden a deshidratarse fácilmente por lo que hay que tener esto en cuenta.
  • Iluminación: Se recomienda usar una lámpara que desprenda UVA-B del 5.0.
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Los Acanthosaura no suelen bajar al suelo. A.phuketensis especie descubierta recientemente. Imagen de: Mike Gifford

Reproducción:

  • Madurez sexual: A los 18 meses aproximadamente. Los machos suelen iniciar el cortejo en verano (época más cálida y húmeda). El rito de apareamiento consta de silbidos movimientos de cabeza y extensión del saco gular tanto por parte del macho como la de la hembra. El macho perseguirá a la hembra por todo el recinto hasta que tenga lugar la cópula (durante esta la hembra puede perder escamas de la cresta nucal). En ocasiones solo sabremos que la hembra está embarazada a través de la palpación del vientre (también empezará a engordar). Las hembras grávidas tienden a golpear con la cola, silbar o hacer movimientos con la cola para evitar que nos acerquemos. La puesta tiene lugar 4 meses después de la cópula, aunque pueden haber puestas consecutivas a intervalos de 2 a 3 meses seguidas a esta. Cuando se acerque el día de la puesta, esta dejará de comer y empezará a buscar un buen sitio para enterrarla.
  • Nº de huevos por puesta: Entre los 8 y 20 huevos (las hembras jóvenes ponen menos huevos).
  • Periodo de incubación: Entre 140 y 190 días a 17-25ºC (algunos hablan de temperaturas de hasta 30ºC pero no es recomendable) y a una humedad de entre el 50-80%. Como sustrato de incubación podemos usar vermiculita húmeda. Hay que tener en cuenta que a temperaturas más altas la mortalidad de los juveniles aumenta exponencialmente.
  • Cuidado de las crías: Tras eclosionar es recomendable pasar los juveniles a recintos estériles con servilletas o toallitas humedecidas en el fondo. La nebulización es vital ya que no aceptan agua estancada y pueden deshidratarse fácilmente. No empezarán a comer hasta que el saco vitelino se absorba por completo, momento en el que podremos pasarlo a un terrario similar al de los padres pero a escala menor (además se intentará mantener temperaturas frescas). Se le ofrecerán como alimento trocitos de lombriz e insectos adecuados a su tamaño, además se complementará con multivitamínicos y calcio de forma más abundante que los adultos (no hace falta decirlo pero también se dispondrá del UV). Los juveniles suelen ser más agresivos, huidizos e hiperactivos aunque con el tiempo y un manejo adecuado se convierten en animales dóciles.
  • Dificultad de la reproducción: Medio
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Juvenil de A.phuketensis. Imagen de: Rushen

Comentarios: Hasta hace bien poco la mayoría de los ejemplares, por no decir todos, provenían de captura en origen; en cambio, hoy en día parece que están apareciendo bastantes animales criados en cautividad. Recomiendo solo adquirir estos últimos, pero si nos nos quedara más remedio, deberemos pasar los ejemplares salvajes por un minucioso proceso de desparasitación (que en ocasiones no suelen llegar a sobrevivir por el estrés, el horrible estado de salud inicial debido al transporte y la propia carga de parásitos). Se dan muchos casos de hembras de captura ya grávidas que después de poner la puesta mueren por debilidad, por lo que siempre es mejor apoyar a los criadores que dedican su esfuerzo en mantener, no solo una población cautiva estable sino evitar que la población salvaje se reduzca.

Como dijimos anteriormente, este género posee 11 especies, aunque de ellas las más comunes serían:

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Se puede ver la gran diferencia entre las espinas de este ejemplar de A.capra (en este caso sin espinas occipitales). Imagen de: Pavel Hrdlička

A.capra: Se trata de la especie más común, además la que tiene la fama de ser la más resistente. Llegan a medir sobre 30-38 cm, siendo una especie bastante grande en comparación con las demás. Las espinas tienen diferentes alturas, siendo la de la cresta de la nuca las más altas. Estas poseen bases más anchas que en otras especies. No posee espinas en el occipucio y ambas crestas están separadas. Colores marrones y verdes predominantes (cambiando de color según su estado de ánimo). Los juveniles pueden presentar colores muy variados. Papada de gran tamaño.

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Ejemplar de A.armata. Imagen de: Bernard DUPONT

A.armata: La segunda más común, siendo ligeramente menor en tamaño que la anterior (machos entre 27 y 30 cm y hembras entre 25 y 27 cm). Tienen largas espinas occipitales (que alcanzan la altura de las del dorso). Las espinas de la espalda y de la nuca tienen un tamaño semejante (y puede o no encontrarse una separación entre estas). La papada es de pequeño tamaño y de color anaranjado usualmente. Presenta colores verdes (muy brillantes en los machos), marrones e incluso rojizos (el vientre más claro). Un entramado en forma de escamas o vieira en negro o marrón oscuro es común(se dice incluso que los que poseen estas marcas más oscuras son machos aunque puede variar). Poseen unos radios en torno a los ojos los cuáles suelen estar más apagados en la A.capra. Es una especie más hiperactiva que la anterior especie pudiendo tender a ser algo agresiva si no se acostumbra desde joven al contacto humano.

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Ejemplar juvenil con cruz en la nuca característica. Imagen de: Rushen

A.crucigera: Más rara que las anteriores. Miden sobre 25 cm (hembras entre 21 y 24 cm), siendo la especie más pequeña del género (en media), aunque la más agresiva. Gran separación entre la cresta nucal y dorsal (siendo la primera con las espinas más altas). Coloración variada aunque pueden haber patrones ligeramente atigrados. Su característica más notoria es la cruz marrón o negra que presentan en la nuca, aunque se ha visto que otras especies pueden presentarlo ocasionalmente. Especie algo más delicada ya que habitan en zonas por encima de los 1000 m (sufre más con el calor). La temperatura ideal en este caso es de entre 20 y 26ºC por el día y ligeramente inferior por la noche (pudiendo aumentar un poco este rango si se tratan de animales criados en cautividad).

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Colorido ejemplar (macho) de A.lepidogaster. Imagen de: tontantravel

A.lepidogaster: Miden entre los 19 y 28 cm (hembras entre 20 y 26 cm). La cresta nucal y dorsal está interrumpida al igual que la anterior especie, aunque las espinas de la dorsal son mucho menores. Las espinas occipitales y del occipucio son muy cortas. Juveniles de colores diversos. Esta especie presenta diversos colores tanto verdes como marrones (sobretodo en hembras esta última coloración), además suelen presentar una máscara negra o marrón oscura que le cubre casi desde la nariz hasta la nuca. Su papada suele ser blanca o amarilla aunque hay excepciones. Son comunes los ejemplares con franjas. Esta especie al igual que la anterior es algo más delicada que A.capra y A.armata ya que están acostumbrados a temperaturas más frescas.

Últimamente también están apareciendo especies raras, sobretodo A.nataliae (presenta ejemplares con colores rojos y negros muy vistosos) y A.bitangensis (la cuál suele poseer un diseño de lunares amarillentos y un collar negro) , los cuáles, en principio, siguen la misma mecánica que el resto del género pudiendo extrapolar los cuidados expresados en esta ficha.


Enlaces de interés y bibliografía:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Imagen de la cabecera:

3 respuestas a “Acanthosaura spp. (Dragones cornudos de montaña)

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  1. Excelente!!

    gran gran trabajo una vez más, me alegra que tomaras en cuenta mi sugerencia, si te interesa tengo unas especies para que puedas agregar, si si lo consideras, un saludo!!!

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      1. Perfecto, me interesa en realidad

        Varanus salvadorii
        Ambystoma tigrinum
        Lampropeltis getula nigrita
        Paleosuchus palpebrosus

        Una vez más gracias por tu atencion
        Saludos!!

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